sábado, 7 de diciembre de 2013

Las drogas; parte de nuestra historia.




"La droga no es mala, malos son los hombres y sus actos"
—Roberto Iniesta

¿Las drogas son buenas o malas?

A lo largo de la historia, el ser humano ha emprendido una batalla interminable por concluir si las drogas son buenas o no, teniendo diferentes puntos de vista acerca de las consecuencias de utilizar dichas drogas y los efectos que ocasionan tanto en el propio organismo, como en el entorno social del consumidor.

La batalla interminable entres los que están a favor y los que no, acerca del uso de dichas sustancias nunca ha tenido una conclusión. Si bien es cierto que las drogas no son inofensivas en varios casos, también es cierto que han estado presentes en la historia de la humanidad e incluso han sido factor determinante de acontecimientos importantes que han marcado la vida humana.




Uno de los argumentos que apoyan este tema es la “experimentación”, defendiendo la idea de que no es malo experimentar cosas diferentes a las acostumbradas teniendo en cuenta siempre hacerlo de manera consiente y con responsabilidad, ya también es muy grande el riesgo que todo esto implica. Entonces, ¿hasta que punto consumir una droga es bueno?



“No todas las drogas son buenas, algunas... son excelentes.“ 
-Bill Hicks


¿Qué es una droga?

Es toda sustancia que introducida en un ser vivo, por cualquier vía (esnifada, oral o tragada, fumada, inyectada o inhalada), es capaz de modificar una o más funciones del organismo relacionadas con su conducta, comportamiento, juicio, percepción o estado de ánimo. Es susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas.

Siguiendo este concepto, se entiende claramente el peligro de consumir algún tipo de droga, pero también partiendo de esto, se puede cuestionar detenidamente, si otras actividades pueden asemejarse a los efectos de las drogas.

Se sabe que el organismo humano funciona con procesos químicos, donde intervienen una gran cantidad de sustancias fabricada de manera natural por el mismo organismo. Dentro de estos procesos se encuentran semejanzas en los efectos de algunas drogas, como las distintas hormonas que ocasionan cambios físicos, de conducta y comportamiento.



¿Qué es una adicción?

Según la Organización Mundial de la Salud, una adicción es una enfermedad física, psicoemocional y espiritual en el ser humano.

En el sentido tradicional, es una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación (codependencia) que arrastra a la persona adicta por el suelo con tendencias obsesivas – compulsivas. Está representada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (síndrome de abstinencia) del adicto, y estos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado o para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos).

Sin embargo, en la actualidad se acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y destructivas y perjudique su calidad de vida, como por ejemplo puede existir, adicción al sexo, al juego (ludopatía), a la pornografía, a la televisión, a las nuevas tecnologías (tecnofilia), etc.

En el mismo plano de las adicciones, se encuentra el alcoholismo, farmacodependencia y adicción a las sustancias psicoativas, que es un estado psicofísiológico causado por la interacción de un organismo vivo con un fármaco o sustancia, caracterizado por la modificación del comportamiento, a causa de un impulso irreprimible por consumir una droga o sustancia (obsesión).

Uno de los elementos esenciales del discurso en contra de las “drogas”, y aun de la definición social que hace de “droga” un término con implicaciones negativas moralmente es el “peligro”, el “daño” que puede provocar en una persona, en especial en su salud, en las varias formas que asimismo la noción de salud ha adquirido en nuestra cultura.

  

Se puede beber hasta el punto de una congestión alcohólica, que la cocaína puede acelerar el ritmo cardiaco hasta hacer que el corazón se detenga o que otras drogas sintéticas, consumidas más allá de lo que el organismo puede soportar, hacen que este finalmente sucumba y la persona fallezca, pero en el caso de la marihuana este desenlace fatal es casi imposible: se necesitarían entre 20 mil y 40 mil veces más THC del que hay en un cigarro promedio de marihuana para matar a un consumidor.

Si a esto se añade el hecho de que la marihuana tiene beneficios médicos comprobados, es entonces cuando el debate en contra de las drogas legales (tabaco y alcohol) resulta en un lógico análisis y cuestionamiento.


Alrededor de 205 millones de personas de todo el mundo consumen algún tipo de droga ilegal, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero su efecto en las condiciones de salud, reflejadas tanto en mortalidad como en años de vida perdida por incapacidad, es mucho menor que el de las sustancias legales: tabaco y alcohol. De acuerdo con el trabajo Neurociencia del uso y abuso de las sustancias psicoactivas, un 12% de los fallecimientos que suceden cada año se debe a las drogas autorizadas (el 8.8% al tabaco y el 3.2% al alcohol), frente a un 0.4% por ciento debido a las sustancias ilegales: cannabis, anfetaminas (incluido el éxtasis), cocaína y opioides.



Drogas y espiritualidad

Tradicionalmente el consumo de ciertas sustancias consideradas como psicodélicas, por ejemplo, la psilocibina, la mescalina o el LSD, ha sido asociado con experiencias místicas. De hecho, el consumo ritual de ciertos psicoactivos, práctica ancestral en distintas culturas, desempeñaba un papel fundamental en la vida religiosa de estos grupos.

Las sustancias psicoactivas bien podrían considerarse como una especie de hacks neurocognitivos, los cuales, al influir directamente en nuestra percepción, evidencian la construcción relativa de la realidad, lo cual te podría remitir a un cúmulo de nociones trascendentales.


Imagen de Alex Grey
Un estudio comparó las conductas y creencias espirituales entre personas que consumen sustancias psicodélicas, personas que consumen otro tipo de estimulantes (por ejemplo metanfetaminas), y personas abstemias. Los individuos pertenecientes al primer grupo, demostraron mucha mayor convicción alrededor de creencias espirituales como la existencia de un ‘alma universal’, la unidad del todo, la existencia de una realidad trascendental, y el no temor a la muerte. Además, estas personas otorgaron más valor al desarrollo espiritual, y menos a la prosperidad financiera, que los integrantes de los otros dos grupos.

El consumo de estas sustancias no es de manera alguna requisito para acceder al axis del espíritu, sino que en realidad actúan como catalizadores que, en ciertas circunstancias, pueden favorecer experiencias útiles para el florecimiento de una conciencia ante la naturaleza mística del universo.

Muchos de los teóricos más lúcidos, y apasionados, ante el uso de psicodélicos, adjudican a estas sustancias una particular capacidad de alongar los límites tradicionales de la realidad convenida, favoreciendo la existencia de un mundo (o varios) paralelo al establecido, lo cual ciertamente alude al paralelismo que separa lo etéreo de lo material.

Imagen de Alex Grey

Drogas y cultura

“Como ves, creo que las drogas han hecho cosas buenas por nosotros. Realmente. Y si tú no crees que las drogas han hecho cosas buenas por nosotros, hazme un favor. Ve a casa esta noche y toma todos tus álbumes, todas tus cintas y todos tus CDs y quémalos. Porque ¿saben cómo estaban los músicos que hicieron toda esa gran música que ha marcado sus vidas a lo largo de los años? Realmente volados con drogas..."
Bill Hicks 


Para el filósofo Schopenhauer, el artista es aquel individuo que nos deja mirar el mundo a través de sus ojos, ese mundo de las ideas del cual hablaba Platón y que en ocasiones sólo se lograr describir mediante el arte. Aquí en donde surge la diferencia entre el artista que es capaz de dar un vistazo al mundo de las ideas y logra llevarlo al terreno del mundo inteligible o también llamado “mundo visible”.

Entonces ¿de ésta manera se puede justificar el uso de drogas para “alcanzar” esa visión y experiencia de un mundo diferente y que se encuentra más allá del mundo tangible?

Se ha menospreciado, satanizado, incluso discriminado a las personas que utilizan estas drogas, sin embargo, ¿la droga es mala si se utiliza con un fin productivo? ó ¿Es necesario consumir estas sustancias para lograr llegar a ese nivel de inspiración y genialidad?


Algunas personas han pasado a la historia por su genialidad y aportaciones culturales, en muchos de los casos, se ha comprobado la influencia de alguna droga y que quizá esto haya sido un factor importante para plasmar sus ideas o tal vez sólo es una simple coincidencia relacionar el arte con las drogas. Cualquiera que sea el caso, aquí hay varios ejemplos de éxito en personas consumidoras de algún tipo de sustancia nociva:

● Aldous Huxley: Escritor y ensayista británico, proveniente de una reconocida familia ganadora del premio Novel, famoso por su novela distópica: “Un mundo feliz”. A partir de la década de los 50’s, experimentó los efectos de la mezcalina y el LSD, describió sus experiencias en dos ensayos importantes “Las puertas de la percepción” y “Cielo e infierno”.
“El hábito de tomarse vacaciones de este mundo más o menos similar a un purgatorio que hemos creado para nosotros es universal” dice Huxley;


Aldous Huxley (1894- 1963)


● Jim Morrison y The Doors: a propósito de Huxley, el vocalista y poeta Jim Morrison fue influenciado por el ensayo Las puertas de la percepción” (The Doors of perception) para nombrar a la famosa banda de rock psicodélico “The Doors”.
Morrison es uno de los artistas más reconocidos dentro de la historia de la música. Se dice que poseía un coeficiente intelectual de 149;




● John Lennon y The Beatles: la banda de rock más famosa de la historia, después de conocer al músico y poeta Bob Dylan en la década de los 60’s, comenzarían la experiencia con la marihuana y una nueva etapa de inspiración en su música. Tiempo después, Lennon experimentaría con LSD, percibiendo nuevos estados de conciencia, creando canciones como Lucyin the sky with Dyamonds, uniéndose así a himnos acerca de estas substancias como Cocaine de Eric Clapton y Heroin de Velvet Underground;

● De igual manera otra de las bandas más reconocidas dentro del rock, Pink Floyd y su fundador Syd Barret que era fanatico del LSD, comprende una larga lista de músicos adictos a alguna droga y que en muchos casos les causaría la muerte: Jimi Hendrix, Brian Jones, Janis Joplin, Michael Jackson, Kurt Cobain, Bob Marley, Amy Winehouse y un interminable etcétera;




● Muchos son los escritores y poetas que estuvieron bajo influencia de algún tipo de droga, como ejemplo: Robert Louis Stevenson (creador de Dr. Jekyll and Mr. Hyde) y Stephen King con gusto por la cocaína. Escritores de la generación beat como Jack Kerouac y William Burroughs. Escritores como Charles Dickens,  Lewis Carroll  y Oscar Wilde, tenían un gusto por el Opio…


El almuerzo desnudo- William Burroughs

En el año 1884 se produjo el encuentro entre Sigmund Freud y la cocaína, poco después de la introducción de esta droga en los Estados Unidos y Europa. Comenzó a interesarse por sus propiedades y efectos, convirtiéndose en un ferviente usuario y defensor de la misma. La cocaína sería tiempo después gran influencia en el desarrollo del psicoanálisis.

Sigmund Freud (1856- 1939)
Teniendo en cuenta toda la información que surgen alrededor de este tema, las conclusiones y las opiniones resultan subjetivas. Pero siempre hay que tener en cuenta que las consecuencias de los actos, son responsabilidad de las mismas personas. La culpabilidad de las acciones y sus consecuencias siempre serán atribuidas a las decisiones y conductas de los individuos.



Cada persona elige qué hacer con las cosas que se encuentran en su entorno, logrando resultados positivos o negativos según los factores que intervengan, pero al final todo depende del individuo.



Bill Hicks,
comediante norteamericano (1961- 1994)


“Aquí está mi punto final. Sobre las drogas, sobre el alcohol, sobre la pornografía y fumar y cualquier otra cosa. ¿Qué les importa a ustedes lo que yo haga, leer, comprar, ver, decir, pensar, a quién fornico, qué meto en mi cuerpo, mientras que no le haga daño a otro ser humano en este planeta?“ 

Bill Hicks



Anexo

Bryan Lewis Saunders explora el efecto de múltiples drogas en su autopercepción y realiza retratos de sí mismo bajo el influjo de una veintena de drogas.




Marihuana

Hash


Hongos

En marzo de 1995, Bryan Lewis Saunders comenzó a realizar auto-retratos diarios, cada uno de ellos con personalidad, técnica, colores y contexto distintos.


Crystal


Valium


Esta intrépida exploración neuroartística resultó en una serie de contrastantes autorretratos que terminan por configurar una explosiva analogía del impacto de una sustancia en nuestra autopercepción.





Cocaína


Morfina




























Fuentes

http://www.who.int/es/ (Organización mundial de la salud)
http://sinaddictus.com/que-es-una-adiccion/

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